¿Qué cojones pasa con Doñana?
Por Albert Roll · 08/05/2023
Mostrar lo que nos diferencia del resto de personas es un acto de ego, pero necesario para resaltar entre nuestros iguales. Lo hacemos desde que somos infantes. Lo que pasa es que cuando maduramos, este toque egolátrico de supervivencia animal, desaparece en la mayoría de los casos para pasar a ser todos igual de perdedores.
Los políticos aprovechan cualquier pretexto para mostrar su inmadurez infantil. En este caso, le ha tocado al Parque Natural de Doñana.
Esa mezcla de competencias les viene de perlas para sacar a relucir lo bien que lo hace cada uno en su parcela, y nunca mejor dicho. Aunque también para lo contrario.
Y, entre puya y puya, Doñana se seca, igual que el cerebro de algunos ciudadanos.
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